Arte FUERA de las aulas de Educación Primaria

   No solamente encontramos arte dentro de las aulas de Educación Primaria, sino también fuera de ellas. A los niños les encanta dibujar, y lo hacen en cualquier parte, sin tener complejo alguno sobre lo que puedan pensar los demás de ellos e incluso sin importarles el tipo de material a utilizar.

Alumnos del Divino Maestro mostrando algunos dibujos realizados en su tiempo libre

   Cualquier lugar es bueno para dibujar. Tu casa, un bar, una biblioteca, un parque... Y podemos utilizar cualquier tipo de material: lápiz, bolígrafo, pinturas, tizas... y en cualquier tipo de soporte: un folio, una pared e incluso el suelo.

Dibujar no es únicamente un trabajo obligatorio para entregar en las escuelas, sino que también es un entretenimiento, una forma que tienen los niños de expresar sus sentimientos.

Con unas tizas podemos dibujar una rayuela en el suelo para jugar en el parque.

E incluso podemos dibujar en una pared nuestros sentimientos más profundos.

Compartir es importante. Cualquier lugar es bueno para dibujar.

   ¿Quién no ha dibujado de pequeño, en el suelo del parque, una rayuela con tizas para jugar? ¿E incluso, con un simple bolígrafo, dibujar en una pared a una persona o un animal? Seguro que muchos de nosotros lo hemos hecho... porque cualquier lugar es bueno para dibujar... Los niños, independientemente del tipo de material que utilicen (ya sea un lápiz, un bolígrafo, unas pinturas, unas tizas, e incluso una piedra de tiza), realizarán un dibujo sea donde sea, sin importarles el soporte ni el lugar. Sin ni si quiera importarles quién los esté observando...

Dibujar es un arte que todos llevamos dentro desde pequeñitos.

¿RECORDÁIS ALGUNA EXPERIENCIA INFANTIL EN LA QUE NADA NI NADIE OS IMPORTASE A LA HORA DE DIBUJAR EN CUALQUIER LUGAR UTILIZANDO CUALQUIER SOPORTE?

   Yo cuando era pequeña, recuerdo estar jugando en la caseta del Aldehuela con unas amigas. Siempre nos escondíamos en el mismo rinconcito para jugar a profesores y alumnos. A veces, llevábamos unas tizas y jugábamos a ser profesores y enseñarles la lección a nuestros alumnos. Otras veces, cuando se nos olvidaban las tizas, cogíamos una piedra de tiza que había en el suelo y con ella  jugábamos a impartir todo tipo de asignaturas: dibujando números en la clase de matemáticas, escribiendo frases para la clase de lengua, e incluso realizando dibujos para la clase de plástica. Todo era muy divertido. Nada ni nadie nos importaba. Simplemente nos divertíamos dibujando e imaginando.

Ahora cuéntame tú, ¿Qué experiencia has vivido?